En mi última contribución, , el programa de ciberespionaje de la NSA, la monitorización de cables de fibra óptica de EE.UU y los episodios de hacking en las reuniones del G20 por parte del gobierno británico, todo ello desvelado por el diario The Guardian a raíz de las filtraciones de Edward Snowden, exagente de la CIA. Aún hoy, se siguen sucediendo diariamente publicaciones de este diario, relatando nuevos episodios de espionaje llevados a cabo por la NSA, y revelados por Snowden, que sigue en busca y captura por parte de EE.UU.

En las últimas semanas se ha añadido a lo que ya sabíamos, que el gobierno británico pretende controlar todas las comunicaciones del planeta, interceptando más de 200 cables de fibra, aunque procesando sólo 46, en una operación llamada Tempora.

Todo este ingente volumen de información lleva consigo una dificultad intrínseca a la hora de su gestión, lo que se conoce como Big Data. Como muestra, en 2010 se registraban 600 millones de llamadas telefónicas al día. También hemos podido saber que la NSA ha espiado además de a civiles, comunicaciones de la Unión Europea en su propia sede, instalando micrófonos ocultos y hackeando su red.

Además de esto, ha recabado más de 500 millones de comunicaciones de Alemania, tanto correos electrónicos, mensajes telefónicos o conversaciones en Internet. Esto no acaba aquí.

Entre la lista de publicados por The Guardian, destacan operaciones en 38 países, como ejemplos Francia, Italia, Grecia, Japón, México, Corea del Sur o India.

Como escribí en su día, podemos deducir que nadie está salvo, que la trama de espionaje supera las dimensiones de un film de Hollywood, así como también que la actividad de un usuario normal en Internet no es de interés relevante para la NSA o el Gobierno británico, aunque está siendo monitorizada. Escapar a esta vigilancia es complicado, pues aun cifrando las comunicaciones, siempre podrían acudir a los gigantes tecnológicos y solicitarles información concreta.

Mozilla, abanderada del software libre ha iniciado una campaña, persiguiendo reunir firmas para forzar un cambio en las políticas de los Gobiernos. También se ha creado en la comunidad una web, que arroja luz sobre las alternativas técnicas para esquivar a PRISM. Lo cierto es que para un usuario medio es quizá un poco compleja su implantación, pero aun así recomiendo leer la lista de proveedores tecnológicos publicada. Por lo demás, sólo queda asumir esto, portarse bien y acordarse de saludar siempre a la NSA en los correos.