Abonos verdes y restos de cosechas

Fijación N atmosférico (1)

Definición de fijación del nitrógeno atmosférico por las leguminosas del libro “Agricultura e Industrias rurales”. / DA

INVERSA | Santa Cruz de Tenerife

En la cultura mediterránea tradicional, la práctica de cultivar plantas destinadas a su enterramiento como abono verde es muy antigua.

Tradicionalmente se emplean cultivos que deben tener algunas características:

-Ser un cultivo rústico, de pocas exigencias y mínimo gasto.
-Tener una velocidad de crecimiento alta y un potencial de masa vegetal o biomasa elevado.
-Tener una relación adecuada y proporcionada de materia seca y lignificación.
-Si es una leguminosa, debe tener una elevada capacidad nitrificadora para enriquecer el suelo con nitrógeno (N).
-Gran variedad de plantas agrupadas en cuatro familias principalmente: leguminosas (arvejas o guisantes, veza), crucíferas (nabo, colza, mostaza), gramíneas (avena, centeno, ray-grass) y forrajeras (haba, trébol, chocho o altramuces).

Habrá que tener en cuenta a la hora de seleccionarlas sus propias características: requerimiento de agua, temperatura, rusticidad, biomasa que aporta, incompatibilidad con el cultivo anterior o siguiente, etc. También podemos mezclar diferentes familias de plantas para combinar así distintos sistemas radiculares.

Beneficios de los Abonos verdes y cultivos de cobertura

Sobre las propiedades físicas:
Mejoran la estructura del suelo por la acción mecánica de las raíces, así como la circulación del aire y agua protegiéndolo de la erosión y desecación. Esta práctica es ideal para suelos compactos, empobrecidos, desestructuras o agotados.

Sobre las propiedades químicas:
Al descomponerse la materia vegetal o biomasa se inicia el proceso de humificación, incrementando la fertilidad del suelo y proporcionando humus activo (absorbido directamente) o humus estable (reserva de nutrientes de lenta liberación). También es notable el aporte de nitrógeno (N), especialmente de las leguminosas, que tienen la facultad de fijar nitrógeno atmosférico.

Sobre las propiedades biológicas:
La cantidad de biomasa que aporte el cultivo determinará la cantidad y variedad de microorganismos presentes (base de la salud del suelo y productores de sustancias químicas que estimulan el crecimiento).

Entre otros beneficios destacamos su contribución a romper los ciclos de plagas y enfermedades, a crear ambientes o refugios excelentes para insectos beneficiosos (especialmente las habas y los chochos o altramuces), al control de adventicias por el crecimiento rápido de leguminosas impidiendo su germinación, o a la protección frente a la erosión por escorrentías o insolación y viento durante el otoño e invierno.

¿Cómo y cuándo se aplica el Abono verde y los residuos de las cosechas?

El momento ideal para la siega, roturación e incorporación al suelo de la biomasa, es tras el desarrollo de la planta, justo cuando aparecen los primeros brotes florales. Se recomienda segarlas y dejarlas cortadas sobre la tierra varios días o semanas según el clima (mínimo 4 días), incorporándolas superficial y progresivamente para evitar un exceso de agua y la proliferación de bacterias anaerobias. No debemos enterrarlas porque se producirán fermentaciones anaerobias (sin presencia de oxígeno) que liberan sustancias nocivas para el siguiente cultivo, especialmente en suelos pesados y húmedos.

Respecto a los residuos de cosecha, comentar que la cantidad de humus generada dependerá del volumen y composición de los subproductos empleados: cuánto mayor sea su contenido en materia seca y más elevada su composición ligno-celulósica, la cantidad de humus estable será mayor, con elevados contenidos en agua y lignificación escasa se genera poco humus, pero de mineralización rápida.

A continuación, adjuntamos un cuadro con las dosis orientativas de siembra recomendadas por el Servicio técnico de Agricultura y Desarrollo Rural del Cabildo Insular de Tenerife y que deben ajustarse a las necesidades y objetivos perseguidos por el agricultor (Información técnica AgroCabildo, Junio 2012; Guanche García, Arturo).

Leguminosas

Crucíferas

Gramíneas

Otros abonos verdes

Cubierta vegetal y refugio de fauna

Habas

(15-20 gr/m2)

Nabo forrajero (1’5-2 gr/m2)

Cebada

(30 gr/m2)

Girasol

(2 gr/m2)

Lino azul

Chochos o Altramuces

(15 gr/m2)

Rábano forrajero

(0’5-2 gr/m2)

Centeno

(20 gr/m2)

Facelia

(5-gr/m2)

Caléndulas

Chícharos, architas

(vicias sp)

(20 gr/m2)

Mostazas

(0’5-2 gr/m2)

Avena

(10 – 15 gr/m2)

Remolacha forrajera

(0’5 gr/m2)

Perifollo

Arvejas forrajeras (20 gr/m2)

Jaramago

(1’5-2 gr/m2)

Sorgo o pasto del Sudán

(5- gr/m2)

Alforfón o trigo sarraceno

Leucanthemos

Alfalfa

(2’5-5 gr/m2)

Colza forrajera (1 gr/m2)

Raygrass italiano (5 gr/m2)

Tagetes

Manzanilla

Tréboles

(5-7 gr/m2)

Millo

(1 – 3 gr/m2)

Cosmos

Milenrama

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